Me decía ayer un flamenco de Jerez justo antes de que los focos se apagaran y comenzara el espectáculo: "¡A ver lo que hace hoy este loco!" como predisponiendo a nuestras propias entendederas algo que sabiamos que veniamos a ver.
Y así fué ni más ni menos. Una performance contínua donde lo flamenco se intuye. Porque algo queda claro en todo el espectáculo, y es que Israel baila, y baila tela, pero no quiere, al contrario, prefiere hacer lo que hace, y debe de tener sus razones.
Es por ello que muchos desde la platea basculaban entre tres posibles opciones, la risa nerviosa de cada final de número, como escape de una situacion cómica o casi ridícula, la incredulidad de los que miran perplejos o los que gritaban ¡genio!, en esa finisima línea entre lo comprensible y lo que se nos escapa. Ahora, eso sí, para hacer lo que hizo ayer Israel hay que ser muy valiente.
Mas allá de Israel tuvimos un elenco lírico extraordinario con la mezzosoprano Nancy Fabiola en el papel de Carmen, José Bros como Don José, que estuvo brillantisimo, y Ángel Ódena como Escamillo. Las voces se entrelazarán con la guitarra clásica en fondo y forma de María Marín en un escenario casi desnudo que a Israel, sorbetodo al principio, le costó llenar.
Dos momentos a no perderse. Israel bailando con una pandereta y el coro de gritones finlandés. ¡cuando van a tener la oportunidad de ver un coro de gritones finlandés!
Dicho todo lo cual, la actuacion está en ese modelo de "asco-gusto", algo que rechazas, no entiendes pero levanta curiosidad y no pudes dejar de mirar. ¿Y por qué no?, eso, y porqué no. Ovación muy cariñosa del público para esta propuesta. Se cierra la Bienal.
Israel Galván contra Carmen. Yo iría
Si quieren galeria de fotografias les dejo esta tan buena de Maya Balanyá
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