Les aviso que esta entrada va a ser larga así que para los que no tengan tiempo, le diré que el proximo disco de Rafael Riqueni les va merecer la pena, como mereció mucho la pena la propuesta ayer: Nerja. Una prolongación preciosista e intimista de esa guitarra y de éste commpositor trianiero. Hasta aqui el resumen corto.
Y dicho esto, y para los que les interesa la figura de Riqueni, uno de los mejores y más interesantes guitarristas vivos de flamenco, todavia tendrán que esperar mas, porque antes que él, dió una leccion de arte Alejandro Hurtado.
Nítido y pulquérrimo en la ejecución, éste guitarrista compañero de Yuss Wiegger en el conservatorio de Córdoba, nos gustó muchísimo en el preludio en sus cuatro temas, dos propios, farruca y seguiriya, y una malagueña de Manuel Montoya, y para terminar, gitaneria arabesca de Niño Ricardo. Ya les digo una maravilla. A seguir a este joven guitarrista que destacaremos en nuestro resumen final de lo mejor y peor de la Bienal en un podcast cuando todo acabe.
Seguidamente la actuación del maestro podemos dividirla en tres partes. Una, sin acompañmiento, otra con chelo, menos ortodoxa y muy mediterránea y la ultima al alimón con Salvador Guitierres y Manuel de la Luz.
Comenzó con granaína, que sonó sucia comparada con la claridad del agua borboteante de la fuente de Alejandro Hurtado pero que fue desarrollando esa paleta de colores que se reflejanban en el monocrómico azul y rojo de la portada del Alcázar.
No faltaba nadie, ni siquiera se quisieron perder la cita las campanas de la Giralda en el siguiente tema, una magnifica soleá. Despues de ella, y siempre en su desamparo de las tablas, soleá por bulería. donde recuerda a Sanlúcar y en los contrapicados a Paco. Son temas de su dobre LP donde toca temas de "Parque de María Luisa".
Despues presenta Nerja, una idea basada en una conversacion con Ortiz Nuevo sobre el descubrimeinto de las cuevas de Nerja y sobre los niños que la descubrieron. Niños que pudimos imaginar corretear en su ingenua infancia a traves del primer tema de esta serie acompañado de ese chelo de Gretchen Talbot.
Despues bulerías y una especie de nana, simpre acompañada del chelo, para pasar despues a un tema que nos recodó tanto a la entrada de la serie siciliana del inspector Montalbano de Franco Piersanti, muy muy parecida o al menos nos hizo recordarla. Bellisimo tambien, saliendose gracias al chelo, de esa zona de confort flamenca.
Los tres siguientes temas los hace en formato de trio. Uno lento y otro corto a toda velocidad, para terminar con los fandangos famosos dedicados a niño Miguél. Otro pasaje completo de belleza.
Hora y medía de disfrute. Ejemplo claro de que el artista es el depositario de una ilusión de la cual no se tiene expectativa, todo lo que provoca es gratitud. De lo mejor de lo visto y sentido en la Bienal de este año.
Comentarios
Publicar un comentario