ANA LA YIYA. EL CORAZON A 100 POR HORA

 

En la semana cultural que propone la Peña Torres Macarena, hemos tenido de todo, y de todo excelso, la verdad. Hemos tenido Jerez, Hemos tenido Lebrija y para terminar hemos cerrado con La Puebla.



Como siempre digo, al museo se viene a disfrutar, aunque nos gusten unos pintores más que otros y desde luego esta semana, hemos tenido caviar.

Ana se presentaba con un guitarrero también superior como es José de Pura, con una más que solidísima carrera de acompañante y con un repertorio de falsetas, pausas, y cortes que hacen de este gitano de Chiclana uno de los mejores guitarristas de acompañamiento que hay en este país.

Ana volvía a la peña en una fase de trasformación de su inmenso repertorio. Como artista madura, no le gusta repetir y busca nuevos retos. Lo cierto es que la voz le acompaña y la experiencia le está dando esa diferencia que da el tiempo a los buenos vinos. Al compás los jóvenes Emilio Castañeda y Antonio Amaya Petete, exponentes de un flamenco que viene haciendo ruido, a veces más con las palmas que en las tablas.


Para empezar Soleá por Bulerías, sin tregua, calentándose con la salida y regalando una serie de letras hasta terminar por Paco la Luz “Dios te va a mandar un castigo tan grande”, por arriba sin concesiones.

Luego una Petenera de su último disco. Ya saben, la petenera poca amiga del mundo gitano. Petete se mueve de la silla. “Si te haces marinero con la intención de olvidarme” Bien y por arriba… parece que todo en su sitio, el fario no parece ceñirse al elenco y la dulzura impregna la rugosidad de la madera de las tablas.

Luego las alegrías atribuidas a Tía Luisa la butrón. “Maestranza de Sevilla, la del amarillo albero, la que huele a manzanilla, y a capote de torero”. y siguiendo con las de Pinini la de los colegiales.  Fenomenal. Dominando cada una las subidas.


En los tangos se acuerda de Pastora que es una delicia y nos deja una primera parte, clásica, larga con sus cuatro palos como se manda en cualquier peña que se precie y que nos indica que iremos a los 8 que es el mínimo que se exige, aunque muchos acorten y se alivien porque se les hace un Everest sujetarse a las tablas.

La segunda parte empieza con Bambera y me acuerdo de tía Inés Bacán, la más dulce y verdadera en esos territorios.

Soleáres dedicadas a Lela. “a mi mare de mi alma que la camelo yo…” y también esa letra popular “en todas las partes del mundo, sale el sol cuando es de día, y a mí me sale de noche, hasta el sol va en contra mía”. Nos pone el corazón a cien en la pelea del cante.


Seguiriyas de noche negra...sin luna. “Yo no soy de esta tierra y no conozco a nadie” que tan bien hiciera Morente con Sabicas. Delicatessen.

Termina de manera brillante con unas Bulerías con letra de Lorca “Yo me subía un pino verde, jaleo jaleo” y la de los cuatro muleros.

Como ven, un recital completísimo de 8 palos, ninguno corto. Dentro de la ortodoxia, pero con diferentes estilos. Una delicia sin duda para buen aficionado. Se nota que hay comunión con esta peña, y ella viene también a Torres Macarena a disfrutar.

Ana La Yiya, lean la crónica de hace dos años en el mismo sitio, otros cantes….porque ella sigue creciendo.

            *Dejamos testimonio de pataita de Emilio Castañeda y Pete del fin de fiesta

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