Perico El pañero y los buenos manantiales



Perico El pañero (Cante) y Curro Vargas (bajañí)
21 de febrero de 2020
Peña del Arte Flamenco Antonio Mairena (Mairena del Alcor)
100 escogidos mal contaos




A Perico no lo conoce mucha gente, pero tiene su público, un público exigente, erudito y entendido. Pedro no busca el mainstream de su oficio, sino que se lo trabaja, día a día, peña peña, escenario a escenario, y así se va puliendo un diamante.
A Pedro se le van notando muchas cosas, primero su propia percepción de sus capacidades, su control cada vez mayor probablemente por la experiencia y sobretodo un conocimiento tan amplio del cante que le aporta una seguridad cada vez mayor y dota a su actuación de un peso cada vez más importante.
La presentación de los artistas corre a cargo de Ramón Soler, (¡cuánto le debe el flamenco a él y a su tío!) haciendo buena la máxima de cuándo menos, mas. Cuándo más directo y sencillo, más bueno. Qué difícil presentar bien y ser breve, siempre lo difícil es hacer lo simple.


Ramon Soler

Sin concesiones, empezamos por soleares, así como el que no quiere la cosa, sin dejar intervalos, sin calentamientos y como no, por Antonio Mairena, comenzando por estilo de Noriega que dio a conocer el propio Antonio. Una pena mu grande/ yo terelo mucha fatiga. Ya sabemos su verea, y viene a cantarla en casa. Blanquita como la nieve/que lastima de gitana…y la gente disfruta.

Curro no solo acompaña, busca su espacio, buscando los matices en el trémolo y aportando dulzura a los intervalos, se ensimisma, con la mirada fija, sin dejar de aportar el compás de acompañamiento y sin molestar.

Seguimos por Tangos donde nos iremos para Jerez. Y arrímate/ arrímate a mi pañuelo/que mi pañuelo se llama/ quita pena y da consuelo. Algún día alguien me dirá porque esta letra aparece en el cancionero turolense.

La tienes que venerá/ ya te he dicho que a mi mare/la tienes que venerá, seguimos por el Mellizo, en esa simbiosis que Pedro representa de la tradición de Sevilla y de Cádiz. La nochecita caía/ y yo durmiendo en el suelo.




Después vinieron las seguirillas. Momento de expendedor de la noche. Perico se nota seguro, y su torrente lo inunda todo, haciendo casi innecesario el equipo de sonido en esta pequeña sala. Enorme en los remates.


Busto de Antonio Mairena en su peña de Mairena del Alcor


Nos dejamos caer en los fandangos, todavía con el regusto amontillao en los oídos por el último palo. Empieza arriba, para no dejarnos descansar, dinero una mujer me pide llorando.

Sigue con las bulerias por Soleá acordándose del gran eclipse de ese pueblo Manuel Mairena que bien cantaba por la Moreno, para abordar finalmente unas bulerias, en ese estilo tan personal de su casa muy acumpletás, y con ese baile tan gitano.

Cortito como to lo bueno. Hondo como lo necesario. Cuando Pedro grabe su primer disco, lo tiene que hacer en vinilo, para que nos dure siempre.

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